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Flora de Murcia

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Se busca Ranunculus ficaria

La ficaria, hierba del oro o celidonia menor (Ranunculus ficaria) es una ranunculácea de brillantes y llamativas flores amarillas, de la que sólo se conoce una cita en la Región de Murcia, muy cerca del Campus de Espinardo. Se ha hecho referencia como Rambla de Molina, proximidades de Espinardo o Espinardo a la misma localidad, donde fue recolectada en mayo de 1985: la cabecera de la Rambla de la Ribera de Molina.

Sin embargo, desde entonces, no ha vuelto a verse e incluso se ha sugerido que podría haber desaparecido, sólo queda del hallazgo el pliego depositado en el herbario de la Universidad de Murcia (MUB 13058) y la correspondiente primera cita provincial, publicada en 1989, cinco años después.

La planta de la fotografía es albaceteña y crecía a tan sólo 7,5 km del límite provincial con Murcia, en la vertiente oeste de la cercana Sierra de las Cabras, por lo que es muy posible que esté presente en la comarca del Noroeste, como también se ha sugerido.

3 Comentarios »

  Juan Bibiloni escribió el 27 de noviembre de 2012, a las 10:08 am

Es muy curioso lo que ocurre con esta ranunculácea. Hace unos años vino a visitar mi jardín un profesor de botánica de la Universidad de las Islas Baleares y cuando vió la alfombra de flores amarillas de Ranunculus ficaria literalmente alucinó. Sacó su cámara fotográfica, se puso de rodillas y les hizo un montón de fotos como si fueran una verdadera rareza botánica. La verdad es que sus flores son muy bonitas, brillan como pequeñas estrellas y su brillo hace difícil tomarles buenas fotos. Tu foto es magnífica. No te ha salido nada quemada. Un saludo desde Mallorca.

  José Antonio López Espinosa escribió el 29 de noviembre de 2012, a las 1:42 pm

Gracias por tu comentario Juan. Para mi también es una rareza botánica en Murcia, sobre todo porque como explica esta entrada del blog se ha citado una única vez en la Región, la localidad además de forma tan ambigua que no fue hasta este cuando pude conocer dónde exactamente.

Se dio además la casualidad que tuve que hacer un trabajo en esa misma rambla y revisé el tramo de la cita en dos ocasiones, la segunda con detalles concretos del lugar.

Sin embargo, no tuve éxito, no la encontré, pero si el lugar, hoy día un grupo de Tamarix, donde se ha tenido que acumular agua de escorrentía y conservarse durante más tiempo el agua en el suelo, que no es particularmente salino o salobre.

Pero aún así no me cuadra, por la fecha en que se recolecta en floración, porque la referencia más cercana, la de la Sierra de las Cabras, es un lugar completamente diferente, etc.

Aunque no desconfío tampoco de la validez de la referencia, que sigue para mi dudosa y de difícil comprobación.

  José Antonio López Espinosa escribió el 29 de noviembre de 2012, a las 2:24 pm

Como dices los pétalos de las ranunculáceas amarillas tienen un brillo complicado, hay que subexponer y tener además un poco de suerte. Seguramente por eso no terminé muy contento del todo con la que le hice este otoño a Ranunculus bullatus, que hacia nada menos 15 años que no lo veía y fotografiaba.

En la Sierra de las Cabras (Albacete) también hay centenares de Ranunculus ficaria, como en tu jardín, pero es muy evidente que esas plantas, al menos la mayoría, no llevan allí mucho tiempo. Se encuentran en terrenos de cultivo, sólo en aquellos que estaban literalmente encharcados, que han sido arbolados, parece que recientemente, con jóvenes nogales (Juglans regia). Una imagen vale más que mil palabras: http://bit.ly/YtKUnk

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